miércoles, 24 de agosto de 2011

Entrevista a Juan Pablo Plata

Entrevista a Juan Pablo Plata.

Revista Bakanica. Colombia. 2009.Por Jorge Andrade Blanco

-Usted dice estar enfermo del Mal de Montano (Definido por Vila-Matas) y del mal de Boswell.
¿En qué consisten estos males? ¿Por qué los padece? ¿Tienen cura?

Sufro ambos males con la misma satisfacción de una venérea. El Mal de Montano es la imposibilidad de ver o pensar las cosas de la vida en ausencia de la literatura. No tengo otras referencias casi en las conversaciones y casi en todos los momentos, estoy mal. La consigna de los enfermos Montano es ir “lanza en ristre contra los enemigos de lo literario”. El otro mal-Boswell- es una distorsión anímica ymetabólica causada por el excesivo consumo de ficción. Duermo o me alimento o dejo de hacerlo, por ejemplo, porque los personajes ya han dormido o van recién a cenar. El mal debe su nombre a James Boswell, crítico literario y biógrafo de Samuel Johnson, el primer hombre en padecerlo.

-Usted se ganó tres importantes concursos de periodismo mas nunca estudio para ello. ¿Cómo lo logró?

Trabajando duro, aplicando a las convocatorias y siendo seleccionado por los jurados. No creo que la formación en la academia garantice la obtención de premios. Cualquiera con unas buenas cuartillas, lo publican y después gana un premio sin si quiera haber pisado una facultad de periodismo o estrechado la mano de José Salgar.

¿Es necesario estudiar periodismo para ejercer?

No. Debería haber al menos una formación con lecturas y manuales de periodismo. Pasa que la academia avala unos conocimientos y pues eso le da un respaldo al contratante de un periodista.

Según su opinion, ¿en qué consiste la relación entre literatura y periodismo?

Es una relación con la ficción y la realidad en un combate sin cesar. En ese combate y en ciertos géneros –crónica, gonzo, perfil, novela- en algunas ocasiones hay una cuota mayor de lo inventado o de lo factual, eso es todo, sin tanto enredo o discusión bizantina sobre si un texto es literatura o periodismo o frotacionismo.Me interesa más el resultado y la mezcla y el nombre que recibe esto.

En la actualidad se encuentra escribiendo una novela a propósito del mundillo literario colombiano. ¿Por qué escogió esa temática y no otra?

Para hacer canon literario y combatir a los enemigos de la literatura desde un libro; para contar las historias detrás de los libreros, las revistas, los escritores, los poetastros, los editores, entre otros. No quiero contar la historia fácil y coyuntural del último magnicidio o escándalo político en compañía del narcotraficante aprehendido de turno.

¿Qué opina acerca de dicho mundillo literario?

Es nauseabundo o encantador según la temporada de fracasos o triunfos de cada quien. Lo peor de un mundillo es no estar en él.

-Cuéntenos acerca de su experiencia como editor en la revista La Movida Literaria.

Me la he pasado asimilando todo el tiempo. Me divierto mucho también. He podido publicar textos y autores con el entusiasmo del alegre fornicio, sin hacer daño a nadie.

-Su libro Señales de ruta ha sido muy bien recibido en un mercado editorial que ya no publica libros de cuento ¿Cuál fue el secreto?

No hay fórmula para pegar un libro en el mercado. Si el libro ha tenido buena acogida es por la calidad de los textos y la limpia selección de los autores.

Usted entrevistó al maestro Enrique Vila-Matas ¿Qué se le aprende a semejante personaje? ¿Qué anécdota me puede comentar al respecto?

Vila-Matas no es un escritor edificante en sus propias palabras. Lo confirmo. Estoy investigando sobre la existencia de Cagliostro, Antoni Casas Ros y David Tapia, quienes posiblemente son Vila-Matas como Eric Satie y Rosario Girondo.